martes, 2 de mayo de 2023

Increíbles pueblos fantasmas para visitar 5 de 8


Hay pueblos fantasmas conocidos, que solían ser bulliciosas ciudades, hoy en día, son famosos por los animales salvajes que deambulan libremente por sus calles desiertas.

Los pueblos fantasmas también pueden tener un significado cultural y emocional para las comunidades locales y los descendientes de aquellos que alguna vez vivieron allí. Para algunas personas, estos lugares abandonados pueden representar recuerdos de la infancia, historias familiares o la historia de una comunidad que ha desaparecido con el tiempo. Algunos pueblos fantasmas han sido objeto de esfuerzos de conservación y restauración por parte de las comunidades locales o de entusiastas de la historia, con el fin de preservar su legado cultural y mantener viva su memoria.

 

En la actualidad, los pueblos fantasmas también pueden tener un enfoque en la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. Algunos pueblos abandonados se han convertido en proyectos de turismo sostenible o en laboratorios de investigación para la recuperación de ecosistemas naturales. Estos lugares ofrecen oportunidades para estudiar cómo la naturaleza reclama lentamente el territorio abandonado y cómo se pueden implementar prácticas de conservación y restauración para proteger estos espacios únicos. Los pueblos fantasmas son, por lo tanto, más que solo lugares abandonados, sino que también pueden ser una fuente de inspiración y aprendizaje sobre la historia, la cultura, la naturaleza y la sostenibilidad.

Oradour-sur-Glane Francia: Oradour-sur-Glane era una ciudad grande cerca de Limoges que fue destruida el 10 de junio de 1944 por una compañía alemana Waffen-SS. Todos los hombres fueron llevados a un granero donde les dispararon en las piernas para que no pudieran moverse. Entonces, el granero fue incendiado. Las mujeres y los niños, encerrados en la iglesia, también fueron incinerados. En total 190 hombres, 247 mujeres y 205 niños murieron en la carnicería.


Después de la guerra, se construyó un nuevo pueblo cercano y el antiguo se mantuvo como un monumento. También hay un museo que incluye elementos recuperados de los edificios quemados.


La forma más fácil de llegar es a través de Limoges, que es atendida por compañías de bajo costo como Ryanair. Una vez en la ciudad, alquile un coche para llegar a Oradour-sur-Glane.

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