No seas el compañero de asiento con el que nadie quiere sentarse y sigue estos sencillos consejos para mantener tranquilo a tú bebe durante un viaje en avión:
- Busca un vuelo que coincida con la hora de la siesta o la hora de acostarse de tú bebé, de modo que tenga sueño al momento de abordar el avión.
- Vuela a mitad de semana, y de preferencia a mediodía, los vuelos están menos concurridos.
- Solicita un asiento sobre el ala, es el área donde están los motores, y el ruido acompasado de los mismos generalmente adormece a los bebés.
- No uses el cochecito del bebé en el interior del avión, úsalo hasta la puerta y ahí pídeles a los encargados que lo guarden.
- Alimenta a tu bebé durante el despegue y el aterrizaje, o dale un chupón, esto ayuda a prevenir el dolor de oídos debido a los cambios de presión de aire en la cabina.
- Dale el pecho o un biberón frecuentemente durante el vuelo, para evitar que el bebé se deshidrate.
- La Administración de Seguridad en el Transporte permite traer más de tres onzas de fórmula para bebés, leche materna o jugo, siempre que declares estos artículos para su inspección en el punto de control.
- Pasea a tú bebé por el pasillo si empieza a molestarse, el movimiento y el cambio de escenario pueden ayudar a detener un molesto ataque de llanto.
- Revisa sus pañales con frecuencia para que un pañal empapado o caído no le ocasione molestias.
- Entra en el baño de tiempo en tiempo (siempre y cuando no estés incomodando a otros pasajeros). Los espacios cerrados les proporcionarán un capullo relajante a ti y al bebé, y te alejarás de posibles miradas desagradables de los compañeros de asiento durante un rato.
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